Líderes introvertidos

Con frecuencia describimos a los líderes que admiramos como abiertos, encantadores y carismáticos.  La extroversión es el sello de los ganadores.  Entonces pensamos que ese es el modelo que debemos seguir.
Esto no funciona para los introvertidos, es contrario a su naturaleza, carácter y pensamiento.  Si bien es posible fingir que son abiertos  y aprender algunos trucos que ocultan la introversión, pero a la larga no es posible escapar de su naturaleza.  Pedirle a un cohibido nato que sea sociable y que, además, lo disfrute, es lo mismo que contratar a un artista para que trabaje con entusiasmo en la contabilidad. ¡No le corre por las venas!
De acuerdo con Carl Jung los introvertidos se enfocan hacia adentro y los extrovertidos lo hacen hacia afuera.  En otra explicación describió cómo estos dos tipos de personas obtienen y refuerzan su vitalidad: Los primeros, del aislamiento; los segundos, de la interrelación.  En la práctica, eso significa que los introvertidos pueden gastar energia relacionándose con una multitud o actuar para una audiencia, pero recargan las baterías principalmente en la soledad.  Los extrovertidos, por su parte, pueden trabajar en solitario. Sin embargo, se reabastecen  al salir con un grupo de amigos o interactuar con muchas personas.
Una investigación reciente  demostró que una persona introvertida y reservada también puede ser un buen líder.  Los investigadores Adam M. Grant, Francesca Gino, y David A. Hofmann analizaron diferentes franquicias relacionadas al rubro de la entrega de pizzas a domicilio en Estados Unidos. Se analizó a cada jefe, a los empleados y los métodos de trabajo.
Entre los resultados se determinó que en los lugares donde los trabajadores no son proactivos, hay una fuerte presencia de un líder extrovertido. En cambio, los lugares donde los trabajadores aportaban ideas al negocio, aparecía la figura de un líder más silencioso.
Estos líderes más reservados escucharon con atención a sus trabajadores, logrando que ellos se sintieran valorados y motivados para trabajar con mayor disposición.
Si bien es cierto que a menudo los extrovertidos son los mejores jefes y los empleados proactivos son los más trabajadores, la combinación de ambos puede ser una receta para el fracaso. Y es que los líderes más silenciosos pueden obtener el máximo rendimiento de los empleados proactivos.


Y tú, ¿dirías que practicas un liderazgo, extrovertido ó introvertido?

Tres formas distintas de relacionarnos

Adam Grant identifica tres patrones básicos para entender el estilo de reciprocidad con el que interactuamos con los demás:


1.- Los interesados: Les gusta tomar más de lo que dan. Inclinan la reciprocidad a su favor, ponen sus intereses por encima de las necesidades de otros. Creen que el mundo es un sitio competitivo. Sienten que para tener éxito deben ser mejores que los demás. Se autopromueven, asegurándose de obtener un amplio reconocimiento por sus esfuerzos. No necesariamente son crueles o violentos, antes más bien prudentes y cautelosos.

2.- Los equitativos: Buscan preservar el equilibrio entre dar y recibir. Operan con un principio de justicia: cuando ayudan a otros. Un equitativo paga con la misma moneda, rigiendo las relaciones por intercambios de favores equiparables. Su suma es igual a cero.


3.- Los generosos: Inclinan la reciprocidad en la dirección contraria, prefiriendo dar más de lo que reciben. Se centran en los otros, prestando atención a lo que estos necesitan de ellos. Las personas generosas comparten su tiempo, energía, conocimientos, habilidades, ideas y contactos con quienes pueden beneficiarse de ellos.


Al final los generosos ganan

Es frecuente ver a generosos con bajo desempeño, porque son demasiado atentos y confiados y están frecuentemente dispuestos a sacrificar sus intereses en bien de los demás, por ello en comparación con los interesados ganan menos dinero, tiene más riesgo de ser víctimas de delitos y suelen ser evaluados como menos eficaces. Sin embargo, resultan ser las personas con mayor éxito. La clave está en la capacidad para dar y apoyar a los demás en formas que no solo no están en conflicto con sus intereses personales, sino que les ayudan a ser más exitosos. Su generosidad tiende a forjar relaciones más profundas; al abrir las puertas a nuevas redes su reputación crece, por lo que se convierten en colaboradores de confianza y ganan la lealtad de sus compañeros.

5 puntos clave para reuniones efectivas

Para los líderes cada minuto cuenta, una junta puede representar un desperdicio de tiempo cuando estás inician tarde, se alargan, se incluye a la gente equivocada, se salen del tema entre otras malas prácticas, si tu diriges las reuniones te recomendamos poner en práctica estos consejos:

  1. Asegúrate que tienes el orden del día bien planeado de tal manera que se establezca claramente el propósito.
  2. Haz circular el orden del día con anticipación.
  3. Piensa con cuidado en los invitados, cuanto menos asistentes haya la reunión fluirá mejor.
  4. Pide a los introvertidos que aporten opiniones, las juntas deben dirigirse de manera activa.
  5. Mantén control sobre las charlas colaterales, redirecciona la conversación sobre el tema y administra el reloj.

Cuida tu tiempo

En lugar de aceptar automáticamente cada invitación que te llegue, pide el orden del día ó el resultado que se espera de la reunión. Al menos esto entrenará a los demás para que  planeen que la sesión resulte productiva.

Algunas frases para decir no sin decir «no»:

  • Mi agenda está muy llena ahora; ¿que te parece si envío a Juan en mi representación y él me presenta un resumen después?
  • No estoy seguro de que pueda asistir; en todo caso, ¿podrían enviarme, en cambio, las minutas de la reunión?
  • Ese día lo tengo saturado, ¿está bien si solo me quedo los primeros 20 minutos?

Te animo a probar ésta recomendaciones y comentar.

Cómo evitar comienzos en falso

Cuando un proyecto sale mal, es muy frecuente que hayas escuchado comentarios como «yo sabía que iba a salir mal», «Estaba mal planificado desde el principio», entre otras cosas por el estilo.

Es común que miembros del equipo no compartan sus comentarios negativos o sus dudas sobre el proyecto en la fase de planeación para no parecer los pesimistas o negativos.

Seguramente habrás oido hablar de los post mortem «autopsias»: cuando los forenses y los médicos examinan un cadáver para determinar la causa de muerte. En el pre mortem, una idea del psicólogo Gary Klein, se aplica el mismo principio, pero el examen de hace antes, no después.

Aplicar ésta técnica a la administración de tus proyectos te permitirá cometer errores pero por adelantado, en tu mente, en vez de en la vida real con un proyecto real. Una análisis pre mortem es una estrategia de gestión de proyectos que lo ayudará a prepararse para cada punto critico en el proyecto. Piense en lo que podría suceder en un proyecto, bueno o malo, y haga un plan antes de que comience.

Preguntas clave para discutir en equipo:

¿Qué podría hacer que perdamos nuestra fecha límite?

¿Qué mantendrá nuestro proyecto a tiempo?

¿Qué necesita este proyecto que no tenemos?

¿Qué tenemos ya que este proyecto necesita?

¿Qué lecciones has aprendido de proyectos anteriores?

¿Qué te preocupa?

¿Qué te emociona?


Te animo a probar ésta técnica para evitar tus propios comienzos en falso.