La generación Z ya impone sus normas de trabajo

El Informe Tendencias Talento elaborado por LLYC en colaboración con DCH, la Organización Internacional de Directivos de Capital Humano, revela que algunos de los cambios que han llegado son irreversibles porque afectan no sólo a las herramientas, sino, y, sobre todo, al fuero interno de las personas. La digitalización y aplicación de la tecnología a los procesos junto con la progresiva humanización del trabajo marcarán el mercado laboral en los próximos meses.

El mercado de trabajo que viene está marcado por la fuerza del efecto Z, una generación que supondrá ya un tercio de las plantillas en 2030 y que empieza a imponer a las empresas su cultura laboral, con condiciones más flexibles y mayor exigencia ética. Quiere transparencia sin filtros, abraza el fulfillment y ve clave el onboarding para afianzar su relación con la compañía. La experiencia del empleado inmersiva, la explosión de la Inteligencia Artificial o el papel de los data-office también serán claves en un mundo, el de la búsqueda del talento, donde la rotación se ha normalizado lo que obligará a los departamentos de Recursos Humanos a cambiar el foco.

Estas son las 9 tendencias que, según el informe, marcarán la gestión del talento en 2023:

  • Efecto ZETA. La generación Z empieza a revolucionar la forma en la que concebimos el mercado laboral. 
  • Experiencia del empleado inmersiva. El metaverso será parte fundamental para mostrar aquello que más demandan los potenciales empleados: conocer la experiencia de trabajar en una organización sin necesidad de pertenecer a la compañía.
  • La explosión de la Inteligencia Artificial. Vivimos la explosión de la inteligencia artificial. El mercado global se prevé que crezca más del 20% entre el 2022-29. Esto permitirá el desarrollo de análisis predictivos que ayuden a tomar mejores decisiones en cuanto a la gestión del talento.
  • Data-Office. Con la proliferación del teletrabajo y el modelo híbrido, el uso de la oficina ha cambiado. 
  • Objetivo onboarding. Diversos estudios apuntan que el 90% de los trabajadores deciden si continuar o no en la empresa que los ha contratado durante los primeros 6 meses. En este sentido, el onboarding es el primer paso para afianzar la relación empleado-empleador, una oportunidad única para crear una buena experiencia e integrar al profesional en la cultura de la empresa. 
  • Cambio cultural de código abierto. Ante la situación de volatilidad en la que estamos inmersos los colaboradores se muestran cada vez más reticentes a los nuevos procesos, prácticas o actualizaciones de tecnología, entre otros.
  • Abrazar la rotación. Fenómenos como la gran renuncia o la renuncia silenciosa que se asentaron con fuerza en 2022, trajeron de la mano una realidad común en la mayoría de las organizaciones: el aumento de la rotación no deseada. 
  • Transparencia sin filtros. Vivimos en la era de la transparencia. Las compañías se han vuelto más responsables ante sus principales stakeholders, lo que implica que los empleados están más y mejor informados sobre las empresas en las que deciden trabajar.
  • Del engagement al fulfillment. Fulfillment es un estado de plenitud y total sintonía entre los empleados y las empresas, una cultura en la que lo personal se mezcla y, muchas veces, incide en lo profesional. 

Fuente: Alejandro Sampedro, llorenteycuenca.com